viernes, 29 de diciembre de 2006

¿COMO SE PUEDE SER TAN IDIOTA?



Me disponía a escribir cuatro tonterías a modo de resumen del año, tal y como corresponde en fechas tan señaladas y entrañables como éstas. Pero me he levantado y un buceo por Internet me lo ha quitado todo: el apetito, las fuerzas y las ganas de escribir necedades, cosa grave, ésta. Pues sí, ahora dirán que ya o veían venir, que estaba cantado; los voceros inquisitoriales de este país volverán a tener el púlpito a su entera disposición para soltar su horda de serpientes y demás reptiles bastardos del verbo. ¿Alguien no sabe de lo que estoy hablando? Qué afortunados. El resto vamos a volver a revivir los avatares de la historia circular, el eterno retorno ibérico al que estamos abonados desde que ese gangoso hijo de puta vestido de gerifalte militar lo envió todo a freir espárragos hace 70 años.
Pues va y resulta que ETA, en pleno alarde de sus facultades para la negociación, pone una bomba en Barajas. Pero no pasa nada, porque han avisado con antelación, no vaya a ser que muera alguien y la tengamos liada. No, el caso era sólo dar a entender que todo se ha ido a la mierda, que los representantes del otro bando siguen siendo hijos no ilegítimos del fascismo capitalista jacobino y nosotros somos los buenos y ya que no nos entregan Navarra no tenemos más remedio que poner punto y final al cortejo. Fue bonito mientras duró. Claro, era imposible mantener las negociaciones con ese Goebbels sin escrúpulos llamado Rubalcaba, con ese jefe de gabinete de semblante luciferino e intenciones maquiavélicas llamado Zapatero. Claro, así no se puede llegar a buen puerto, digo yo. Con lo fácil que se lo habían puesto. ¿Pero cómo se puede ser tan idiota? ¿Como se puede enviar todo al carajo de esta forma tan rastrera, tan provinciana? ¿No decían que se tomara ejemplo del caso de Irlanda? Pues tengo la impresión que allí hubo muchas más dosis de paciencia, o tal vez en el fondo lo que había era una voluntad decidida a dar un paso adelante, cosa que aquí, por lo que parece, sólo nos hemos creído unos cuantos ingenuos, entre los cuales por supuesto no estaba ETA. Felicidades, muchachos, lo habéis conseguido. Habéis vuelto a dar munición al único partido del país que no tenía ninguna intención de llegar a un acuerdo; le habéis hecho la cama a un gobierno que (creo, eso es una intuición personal) realmente quería conseguir algo. Y lo que és peor, y volviendo al pánico del eterno retorno: ahora Carod-Rovira tendrá que volver a viajar a Perpignan a solucionar las cosas. Felicidades, habéis dado la campanada un día antes de Nochevieja. Eso es marketing, y no lo de Risto Mejide.
A la mierda todo.

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