lunes, 18 de diciembre de 2006

MINISTERIO DE LA INMOVILIDAD

Ayer por la noche, en el contexto de una cena con cava, foie y fruta con chocolate caliente (qué elegancia, qué forma tan inapelable de superar el pavor a las noches de domingo y sus rostros moribundos) hablamos sobre la muy sutil e inteleginte forma de escurrir el bulto de la ínclita compañía aérea Air Madrid. Por cierto, ¿por qué se llama "Madrid" si tiene su sede en Baleares? ¿Es esto jacobinismo pulsional? ¿Lo último en deslocalización? ¿O el primer indicio de una fusión/fisión entre la psicopatía inmobiliaria de las islas y el diletantismo de brillantina de la capital? ¿La plasmación final de la "España invertebrada" de la que hablaba Ortega? No sé que responder, ni me importa. Que se fusionen, que se simbiotizen y que desaparezcan del horizonte tras una sórdida cópula.
Pero el asunto iba más allá, por suerte para mí y para ustedes que creen estar leyendo alguna cosa interesante. Hablamos también de las teorías conspiratorias. De la necesidad del inconsciente colectivo a imaginar una "mano invisible" moviendo las piezas del puzle. Después de esto, me entero de que el sector benéfico del taxi en Barcelona aplica ya el suplemento de 2€ a su tarifa nocturna de fin de semana. Y me entero también que un convoy de los FGC se llevó consigo a un par de señoras, cazándolas al vuelo con las puertas abiertas, como un ciclista capturando sin detenerse una botella de Gatorade. Y tal vez con el mismo nivel de sustancias dopantes en el cuerpo. Y todo ello me lleva a fascinarme por una nueva teoría conspiratoria, de amplio caudal y enormes posibilidades: existe un ministerio en la sombra, cuya ubicación desconocemos, pero que tiene como único objetivo promover todas las medidas necesarias para que los individuos no puedan desplazarse. Poco a poco, inciden en todos los medios de locomoción que conocemos (aéreos, terrestres, muy pronto marítimos) y los gestionan de manera que nadie en su sano juicio se vuelva a atrever a subir a un avión, un convoy o un taxi. Este ministerio de la inmovilidad, en estrecha colaboración con las compañías de telecomunicaciones, nos invita a no movernos de casa y a ser víctima propiciatoria de los servicios de televenta, conscientes de que no tenemos ya a dónde ni cómo huir. Y, con las secuelas de la inanición corroyendo ya nuestra voluntad, aceptamos las últimas ofertas de telefonía e internet, que, una vez instaladas (supuestamente) en nuestro hogar, desaparecen un buen día, dejándonos sin la única forma de desplazamiento y movilidad que nos quedaba (la virtual), bajo la excusa (aprecien qué fascinante sarcasmo) de que se ha producido una MIGRACIÓN. Efectivamente, en breve, los individuos ya no nos moveremos ni (e/in)migraremos. Ese privilegio quedará reservado a la información y, por supuesto, a nuestra dignidad, que, obviamente, y como el equipaje de los aviones, se perderá por el camino.
No me negarán que como argumento no es jugoso.
Me voy al baño.

1 comentario:

Oriol Lagé Altés dijo...

Ja era hora que el mestre ens fes l'honor virtual de posar lo seu gai saber a disposició de la xarxa. Molt bona la teoria de la conspiració, a nivell local hauries d'afegir el que aquest ministeri està fent amb Gràcia i els seus cànvis de sentit ( en Tots els sentits!! ). Per cert, compartim el mateix blog pare ( blogspot.com ): www.lestresllimones.blogspot.com.

Adéu siau i benvingut a la xarxa!!