lunes, 18 de diciembre de 2006

GRACIA ESTA FATAL (Y TU PEOR)

Llevo ya unos días viendo circular unos panfletos en los que un misterioso colectivo (algo así como un sindicato de pariahs) expone sus agravios acerca de la radical transformación sufrida por el barrio de Gracia de unos años a esta parte. El blanco de sus críticas es fundamentalmente la comunidad "pijo-escandinava" que, con su masiva presencia y en contubernio con las agencias inmobiliarias, está llevando estos vergeles hacia su total decadencia. El slogan que se repite insistentemente alega a que éste, antes, "era mi barrio".
Admito que estoy un poco harto de cierta estética "cool" y de cierto devaneo de gafas de pasta y acentos incomprensibles. Pero no menos harto de lo que lo estoy de los malabares, los percusionistas de bongos, los freaks alcohólicos que llevan arrastrando sus huesos por las mismas calles desde hace años, la usurería de ciertos tenderos, las concentraciones de familias hiperdesarrolladas con media docena de cochecitos de bebés los domingos por las mañanas en ciertas calles minúsculas, los agentes inmobiliarios, los defensores de la pureza étnica i folklórica, los tenderetes tropicalia-cumbayá con olor a pachuli, los taxistas (de éste y de cualquier barrio), los sucedaneos kale-borroca con acento de Les Borges Blanques, los que focalizan su resentimiento en un solo cabeza de turco... O tal vez me equivoco, y estos son los valuartes de la tradición ancestral y las buenas costumbres que se vieron cercenadas con la llegada de los vikingos vestidos de Prada. Las ligas germánicas tampoco soportaban a los pijos de la Bauhaus, y miren donde nos llevaron con su nostalgia bávara bañada en cerveza. Lo dicho. Si se considera un pariah, no haga distinciones y odie por igual a todo el mundo. Empezando por usted mismo.

1 comentario:

lucialijtmaer dijo...

QUE RAZON TIENE USTED, SEÑOR